¡Malos tiempos para la lírica!
En general, los ayuntamientos no han sabido aprovechar la época de bonanza económica para impulsar el desarrollo de la e-administración y se enfrentan a un momento de graves carencias de financiación que hacen prever que éste no va a ser un gasto priorizado políticamente. Y ello independientemente del color político gobernante en cada Casa Consistorial.
Ahondar en la e-administración local con el objetivo de verificar la aproximación de los Ayuntamientos a la Sociedad de la Información y el aprovechamiento de sus oportunidades para facilitar a la ciudadanía la relación con su administración más próxima, ha sido la razón que ha llevado a la Asociación Pro Derechos Civiles, Económicos y Sociales y a la Asociación de Internautas a realizar el I Estudio sobre e-administración local.
Extraemos de dicho estudio una primera conclusión que encuentra una buena descripción utilizando el refranero castellano: «de aquellos polvos vienen estos lodos».
Quiero con ello señalar que la radiografía actual es la lógica y natural dada la ausencia planificadora en nuestros ayuntamientos en materia de aplicación de TIC a corto, medio y largo plazo; dada la no priorización de esta inversión al no encontrarse en la agenda política de la pasada década y al no existir la necesaria vinculación de TIC con reformas organizativas.
Siendo claros: tampoco se ha abordado con carácter general la imprescindible reforma de nuestras administraciones locales. De esta forma hemos llegado a la actual situación que nos muestra la evidencia de un escaso nivel de penetración de la e-administración hasta el punto que los servicios interactivos totales (aquellos que se realizan de forma completa a través de la e-administración), representan tan sólo el 28% del total de trámites que se efectúan ante la administración local. En esta misma línea es de destacar que el cómputo global de servicios interactivos en el ámbito local queda muy lejos del observado para la administración autonómica. Ligeramente supera el 33% de aquel; una muestra más de que el punto débil de la e-administración se haya en los municipios. Si bien es cierto, y positivo, que un 88% de éstos trámites son servicios telemáticos dirigidos a los ciudadanos, lo que nos permite afirmar que las administraciones locales apuestan por prestar servicios que alientan la participación de los ciudadanos, agilizan las gestiones y facilitan las gestiones de pago. También es destacable, en lo positivo, la facilidad para localizar la e-administración en las webs municipales y su organización revela un gran cuidado y experiencia que facilita su uso accesible.
La nota media final del estudio ofrece un resultado de un suspenso general sin paliativos (4,36 puntos). Permítaseme señalar tres notas: Bilbao (6,28), A Coruña (5,03) y Pontevedra (2,18).
Ante estos resultados, será preciso reconsiderar el concepto de «ciudades del conocimiento» en una doble orientación: desarrollar aplicaciones TIC para alcanzar administraciones más productivas, más eficaces – eficientes y como estrategia para salir de la crisis (I+D+i, generación de empleo de calidad, etc.). Una alianza, una apuesta estratégica colaborativa público-privada por la aplicación de las TIC en un nuevo modelo social que nos permita avanzar en el desarrollo económico de nuestros entornos y en su ámbito más social al trabajar en pos de la anulación o minimización de la llamada «brecha digital». Este es un ámbito sensato de cooperación y colaboración público-privada y no la llamada PFI para la construcción de hospitales y centros de salud.
Animemos a nuestros políticos a incorporar esta estrategia en los programas electorales de las elecciones municipales de mayo de 2011. No nos podemos resignar al «hay crisis, toca esperar». Es preciso tener absolutamente claro que se trata de aplicar tecnología existente a los procesos de modernización de unas administraciones públicas que necesitan, si quieren sobrevivir, ser más competitivas en términos de productividad, eficacia y eficiencia; manteniéndose en la esfera pública. Es el momento de las grandes apuestas de futuro. Como señalan algunos eslóganes publicitarios: Ahora es cuando, las TIC es dónde.