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Javier Milei, el hijo del fracaso.

¿Está Argentina ante un salvador o frente a un peligro para la economía del país?

Publicado en Mundiario el 12 de diciembre de 2023.

Javier Milei es el nuevo presidente de Argentina, tras derrotar, en las elecciones presidenciales del pasado 22 de octubre, al candidato de la Unión por la Patria, coalición oficialista peronista-kirchnerista. Milei, que se define como libertario y ultraliberal, ha prometido un cambio radical en la economía del país, basado en la dolarización, la privatización, el ajuste fiscal y el cierre del Banco Central. Sus propuestas han generado una fuerte polémica y han sido cuestionadas por diversos sectores y diversas escuelas de pensamiento económico.

En algo tiene razón Javier Milei, el economista de la Universidad de Belgrano, tertuliano-agitador en diversos medios de comunicación y político argentino: en primer lugar, en que Argentina es un país asolado y devastado por una economía que machaca a la mayor parte que la población. En segundo lugar, es cierto que la “casta política” (como él la denomina, ¿les suena?), la dirigencia, ha sumido al país en la pobreza y en la corrupción. 

Es en este sentido en el que considero que Javier Milei es un hijo del fracaso, del fracaso de cuantos han llevado las riendas del país. Milei es un personaje antisistema producto del propio sistema argentino. El populismo peronista ha conducido a la República Argentina a un fracaso histórico. La ciudadanía desafecta, enfadada, decepcionada, agobiada y empobrecida, ha decidido, con sus votos, que este agitador antisistema gobierne su futuro. En su primer discurso les ha dejado las cosas muy claras: poco Estado, cero protección, todo al mercado (sálvese quién pueda). 

Efectivamente, hay aspectos de la economía argentina que en los últimos años han sido muy negativos. Repasemos alguno de los más significativos: 

– La inflación acumulada en 2023 es del 120%. La tasa de inflación ha alcanzado el 142,7% en octubre de este año, lo que representa un incremento del 8,3% respecto al mes anterior. 

– El déficit fiscal ha sido un problema permanente y se ha intentado resolver a base de una mayor emisión de dinero, lo que equivale a mayor inflación.

– La devaluación del peso argentino ha llevado a un aumento en los precios de los bienes importados, lo que ha contribuido a elevar la tensión inflacionaria. 

– Argentina ha tenido una larga tradición histórica de crisis de deuda, y la situación no ha mejorado en los últimos años. En 2018, Argentina solicitó un préstamo de $57 mil millones al FMI para evitar una crisis financiera.

– La pobreza ha sido un problema persistente. Según el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, la tasa de pobreza en el primer semestre de 2023 fue del 41,2%.

– La tasa de desempleo ha sido alta en los últimos años, alcanzando el 6,2% en el segundo trimestre de 2023.

– El crecimiento económico ha sido lento. Si bien la economía creció un 5% en 2022, alcanzando su valor más alto de los últimos cinco años, la actividad económica solo creció un 1,4% en el primer semestre de 2023, en comparación con el mismo período de 2019.

Parece evidente que esta situación genera un caldo de cultivo, que, aderezado con una corrupción rampante, justifica un cierto hartazgo de la población. ¿justifica una salvaje huida hacia ningún lugar? Veamos, … parece que justificaría una drástica decisión de cambio político orientado a la buena gestión, a la eficacia y eficiencia del gasto público, a la transparencia, la rendición de cuentas y hacia la integridad institucional. Es decir, parece que Argentina necesita un gobierno que garantice buena gestión y una implacable lucha contra el fraude y la corrupción.  

¿En qué consisten las medidas económicas de Milei y qué consecuencias tendrán para Argentina? ¿Es Javier Milei un salvador o un peligro para la economía argentina? ¿Qué argumentos esgrimen sus críticos? A continuación, tratamos de analizar los principales puntos de su programa de gobierno y señalar las “alertas” que nos provoca dicho análisis:  

Dolarización: Milei propone reemplazar el peso argentino por el dólar estadounidense como moneda oficial, y liquidar los pesos existentes al precio de las letras de liquidez (Leliq), unos bonos de corto plazo emitidos por el Banco Central. Según Milei, esta medida acabaría con la inflación y atraería la inversión extranjera. Sin embargo, desde otras posiciones advertimos que la dolarización supondrá la pérdida de soberanía monetaria, una mayor dependencia de las políticas de la Reserva Federal de EE.UU., y una reducción de la competitividad de las exportaciones argentinas. Además, la dolarización no garantiza la estabilidad económica, como demuestran los casos de Ecuador y El Salvador, que han sufrido crisis financieras y sociales tras adoptar el dólar. Desde posiciones de economía mixta, defendemos el mantenimiento de una moneda soberana, que permita al Estado ejercer una política monetaria acorde a las necesidades del país, y que se apoye en una coordinación internacional y regional. 

Privatización: Milei plantea privatizar todas las empresas públicas, como Aerolíneas Argentinas, YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales) o el Correo Argentino, y reducir el tamaño del Estado al mínimo. Según Milei, esto permitiría eliminar el gasto público improductivo, aumentar la eficiencia y la competencia, y generar ingresos para el Tesoro. No obstante, me atrevo a plantear una alerta: la privatización supondrá una pérdida de control estratégico sobre algunos sectores clave, como la energía, el transporte o las comunicaciones, y una merma de la calidad y la accesibilidad de los servicios públicos. Asimismo, es preciso recordar que la experiencia de las privatizaciones masivas realizadas durante el gobierno de Carlos Menem en los años noventa fue desastrosa, ya que provocó concentración económica, desregulación, corrupción y desprotección social. Evidentemente, en contraposición, abogo por un Estado fuerte y regulador, que garantice la provisión de servicios públicos de calidad y universales, y que impulse la inversión pública en sectores estratégicos, como la educación, la sanidad, la ciencia, la tecnología o el medio ambiente. 

Ajuste fiscal: Milei se compromete a pagar la deuda externa de Argentina, tanto con el FMI como con los acreedores privados, mediante un superávit fiscal. Para ello, propone recortar drásticamente el gasto público, especialmente en las áreas de seguridad social, salud, educación y subsidios. Según Milei, esto permitirá recuperar la confianza de los mercados, reducir el déficit y la presión tributaria, y fomentar el ahorro y la inversión privada. Me permito lanzar una nueva alerta: el ajuste fiscal supondrá un grave deterioro de las condiciones de vida de la mayoría de la población, especialmente de los sectores más vulnerables, que dependen de las prestaciones y los servicios públicos. Además, el ajuste fiscal tendrá un efecto recesivo, al reducir la demanda agregada y el consumo, y agravar la desigualdad y la pobreza. Desde posiciones de economía mixta, propondría una política fiscal progresiva y redistributiva, que garantice la sostenibilidad de la deuda, pero sin sacrificar el Estado de bienestar, y que estimule la demanda y el crecimiento, mediante una mayor inversión pública y una mayor cooperación internacional. 

Cierre del Banco Central: Milei propone eliminar (“dinamitar” en sus propias palabras), el Banco Central de la República Argentina, al considerarlo una fuente de inflación, de manipulación monetaria y de corrupción. Según Milei, el cierre del Banco Central sería una consecuencia lógica de la dolarización, ya que no tendría sentido mantener una institución que no emite moneda. Permítanme que cuestione la viabilidad y la conveniencia de esta medida (además de creer que con Luis Caputo como ministro de economía, Milei tiene un opositor a esta idea en su propio gobierno) y que argumente que el Banco Central cumple otras funciones importantes, como la supervisión y la regulación del sistema financiero, la gestión de las reservas internacionales, y la coordinación con otros bancos centrales. Además, recuerden que el Banco Central es una institución autónoma, que no depende del poder político, y que tiene como objetivo principal preservar el valor de la moneda y la estabilidad financiera. Defenderé el papel del Banco Central como garante de la soberanía monetaria, la estabilidad económica y la cooperación internacional, y abogaría por una mayor transparencia, rendición de cuentas y participación democrática en su funcionamiento. ¿Cuántos países desarrollados existen sin un Banco Central? Yo no conozco ninguno y conozco varios que, sin tener moneda, mantienen su Banco Central: Francia, Italia, Alemania, España, …

Reforma del Estado: con un análisis para una Reforma del Gobierno y la Administración Pública, que me atrevo a calificar de un tanto grotesca y burda, Milei ha propuesto una drástica reducción de ministerios al mantener únicamente nueve: Economía (Luis Caputo, Secretario de Finanzas y Ministro con Macri), Justicia (Mariano Cúneo, abogado penalista), Interior (Guillermo Francos, ex del Banco Interamericano de Desarrollo, designado por Alberto Fernández), Seguridad (Patricia Bullrich, excandidata presidencial, de orígenes peronistas, pasó por el gobierno de la Rúa y el gobierno Macri), Defensa (Luis Petri, abogado, ex compañero de fórmula de Patricia Bullrich, cercano al ex vicepresidente Julio Cobos), Relaciones Exteriores (Diana Mondino, economista sin experiencia en diplomacia ni en gestión pública), Infraestructura (Guillermo Ferraro, Contador público y licenciado en Administración, director de negocios y proyectos de infraestructura en KPMG, participó en gobiernos de Eduardo Duhalde y de Néstor Kirchner), Capital Humano (Sandra Pettovello, periodista y licenciada en ciencias de la familia, especializada en desarrollo cognitivo de la infancia) y Salud (Mario Russo, médico cardiólogo con desempeño clínico y en gestión pública desde 2009).

Milei también se encontrará con otros aspectos o parámetros de la economía que podrían ser vistos como brotes verdes a considerar, veamos: 

– El PIB de Argentina creció un 5% en 2022, alcanzando su valor más alto de los últimos cinco años ($725.810 millones de pesos de 2004).

– La actividad económica creció un 1,4% en el primer semestre de 2023 en comparación con el mismo período de 2019.

– Nueve sectores de la economía superan en el primer semestre de 2023 el nivel del primer semestre de 2019.

– Argentina es el segundo país de mayor crecimiento respecto a niveles pre-pandemia en la región (+7,9%), después de Colombia (+9,5%).

– El consumo privado creció un 2,7% en el primer semestre de 2023 en comparación con el mismo período de 2022.

– La producción industrial creció un 11,1% de enero a agosto de 2023 en comparación con el mismo período en 2019. Trece sectores industriales operaron en agosto de 2023 por encima de los valores de igual mes de 2019.

– El uso de la capacidad instalada de la industria promedio entre enero y agosto de 2023 fue del 66,6%, el máximo para igual período desde 2016.

– El uso de la capacidad instalada del sector automotriz en agosto de 2023 fue del 74,3%, el máximo nivel desde el inicio de la serie en enero de 2016.

– La producción de vehículos automotores aumentó un 18,1% entre enero y septiembre de 2023 en comparación con el mismo período de 2022.

– La tasa de desocupación en el segundo trimestre de 2023 fue del 6,2%, la menor tasa para un segundo trimestre desde el inicio de la serie.

Más allá de sus radicales propuestas en materia de política económica, y en otro orden de cosas, Milei se opone a la legalización del aborto, a la educación en temas de género e identidad en las escuelas públicas. Sostiene que está a favor de que los argentinos compren armas libremente -a raíz del incremento de los casos de inseguridad que se registran en algunas zonas del país-, y que es favorable a legalizar el mercado de venta de órganos humanos (a lo que algo importante podría aportar el debate bioético que desarrolló la historia del trasplante de órganos a comienzos del siglo XX). 

Déjenme que finalice esta reflexión con una propuesta que considero una absoluta provocación. Victoria Villarruel, excandidata para ocupar una vicepresidencia de Javier Milei, se ha destacado por poner en duda los delitos cometidos durante el régimen militar que gobernó Argentina desde 1976 hasta 1983. Entre ellos, la tortura y la desaparición de miles de personas. Es ella la que lidera las propuestas de desregulación de la venta de armas y una reforma de la justicia que podría conceder la libertad a decenas de militares y policías condenados por crímenes de lesa humanidad.

Al entrar en política, Milei aseguró: “No vine a guiar corderos, vine a despertar leones”. Mucho lamento escribir que más parece que se trata de un león que va a intentar comer a muchos corderos.  Me propongo seguir de cerca la evolución del gobierno de la política económica argentina y verificar si Javier Milei es capaz de invertir la tendencia de los aspectos negativos de la economía y de consolidar e impulsar los elementos positivos. Mi perspectiva, hoy en día es que, con ese gobierno, saldrán ganando los mercados y perdiendo las personas. Como casi siempre.

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