Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Sanidad Pública, ¿financiación privada? (y 2)

                                                                               


El nuevo gobierno de la Xunta pretende construir un nuevo hospital en Vigo e impulsar la ampliación del Complejo Hospitalario de Pontevedra acudiendo a la financiación privada. Algo que inicia una nueva manera de abordar la dotación de todas las infraestructuras sanitarias que Galicia necesita (centros de salud y hospitales, nuevos o sometidos a importantes reformas, como las derivadas del Plan director del Hospital de A Coruña) y que provocarán altos costes y enormes hipotecas de futuro para la sanidad gallega.

Los paquetes de actuaciones de reactivación económica concebidos por los gobiernos para contrarrestar la recesión requieren un aumento del gasto y del crédito público, aún en un contexto de austeridad presupuestaria. Todas estas actuaciones incluyen inversiones en infraestructura: en carreteras, ferrovías, hospitales, etc. En los últimos años, los gobiernos han pedido fondos prestados para financiar dichas construcciones. Esto ha acentuado la tendencia a recurrir a los PPP, es decir: iniciativas de financiación privada. Con este sistema, una empresa privada consigue los fondos que se requieren para la inversión, y la recuperan por medio de la administración de ese activo (autopista, aeropuerto, etc.) durante un periodo prolongado de tiempo. El principal atractivo que este sistema tiene para los gobiernos consiste en que el financiamiento puede contabilizarse como «préstamo privado» y no aparece en las cuentas públicas como incremento de deuda. Para las empresas, se asegura una continua serie de pagos garantizados, desde el sector público, por un periodo de 30 o más años. Sin embargo, debido a la actual crisis crediticia, los bancos e inversionistas son mucho más reacios a conceder préstamos que no estén debidamente garantizados. A este respecto, es necesario tener presente que el riesgo concesional es una de las notas fundamentales que caracterizan la regulación jurídica de la concesión de obra pública en España, ya que éste debe existir necesariamente. Si el riesgo no existe, la inversión computaría en términos de Contabilidad Nacional como deuda y, si realmente existe, estamos ante una privatización real de nuestro sistema sanitario público (al aplicar por ejemplo el pago por «cápita» de usuario, tal y como se realiza en Alzira, Valencia).

Los promotores de esta fórmula han argumentado que se reduce el tiempo de construcción de los hospitales, que garantiza la entrega de la obra en el tiempo estipulado, que evita desviaciones presupuestarias, que es más innovador, especializado, eficaz y eficiente. Sin embargo, la mayoría de estas premisas no se han cumplido en las experiencias británica, holandesa, alemana, escandinava o australiana que hemos podido contrastar. Más bien, nos encontramos ante un escenario que evidencia que:

  • los costes de estos hospitales resultaron muy superiores a los de construcción pública (hasta cuatro o cinco veces más).
  • esta carga de deuda inflexible del PPP condiciona y reduce la capacidad de inversión y los presupuestos sanitarios de los gobiernos durante muchos años. Impactará recortando el empleo y los niveles de gasto en los presupuestos de los gobiernos destinados a la atención sanitaria, lo que empeora la calidad asistencial.
  • limita la capacidad de los hospitales para invertir y adaptarse a los cambios tecnológicos y poblacionales.
  • reduce el nivel de información y la transparencia de gestión de los centros, al quedar en manos de la iniciativa privada.

Finalmente, ha de asumirse que la transferencia de riesgo como justificación del PPP es, o bien una falacia o una privatización total del servicio público de salud. Por ello, desde A Coruña, algunos ciudadanos entendemos que los manifestantes de Vigo en defensa de la sanidad pública, actuaron en representación de Galicia con enorme sentido de responsabilidad y con una mentalidad concomitante con la de aquellos que abjuramos de localismos absurdos y queremos contribuir en la construcción de ese amado país llamado Galicia.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Nuevos

Otras entradas