En otro peldaño de la planificación estratégica internacional encontramos el desarrollo del camino iniciado en la Declaración de Toledo en 2010 y consolidado en la Declaración de Riga de 2015.
El 30 de mayo de 2016, los Ministros con competencias en política urbana de la Unión Europea firmaron el Pacto de Ámsterdam, donde acordaron elaborar una Agenda Urbana para la Unión Europea[1] que otorgue a las ciudades (entendidas de forma amplia) y a las autoridades urbanas, un papel central en el desarrollo de una Europa inteligente, sostenible e inclusiva. Esta agenda reconoce una realidad ineludible: Europa es un continente urbano que cada vez lo será más y, por tanto, los problemas a los que se enfrenta tienen origen, concentración y solución a esta escala.
Su objetivo fundamental es, por tanto, fortalecer la dimensión urbana tanto de las políticas nacionales como de las de la UE. Se plantea una nueva forma gobernanza multinivel, mediante la cual las instituciones de la UE, los Estados Miembros, las ciudades y otros actores interesados puedan trabajar en conjunto.
La Agenda Urbana para la UE quiere contribuir a que las Áreas Urbanas alcancen el máximo potencial para conseguir los objetivos de la UE y las prioridades nacionales relacionadas con ellos, en pleno respeto a los principios de subsidiariedad, proporcionalidad y competencia.
La Agenda Urbana para la UE tiene entre sus objetivos esforzarse por involucrar a las autoridades locales en el diseño de las políticas urbanas a nivel europeo, y por movilizarlas para su implementación, así como por fortalecer la dimensión urbana en las políticas de la UE. También fomenta un enfoque integrado y coordinado más efectivo hacia las políticas y la legislación de la UE que tienen un impacto potencial en las Áreas Urbanas y que contribuyen a la cohesión territorial.
La Agenda Urbana para la UE no crea nuevas fuentes de financiación europea, ni barreras administrativas innecesarias, ni afecta a la distribución actual de competencias legales y de trabajo existentes, ni a las estructuras de toma de decisiones y no transfiere competencias a nivel de la UE (de acuerdo con los Artículos 4 y 5 del Tratado de la Unión Europa).
La parte operativa de la Agenda Urbana para la UE se centra específicamente en los tres instrumentos clave de las políticas comunitarias:
Mejorar la regulación
La Agenda Urbana para la UE pretende conseguir una implementación más efectiva y coherente de las políticas, la legislación y los instrumentos ya existentes de la UE, buscando una mejor regulación diseñada para alcanzar los objetivos al menor coste posible y sin imponer barreras innecesarias. No pretende iniciar nuevas normas, pero sí contribuir informalmente al diseño y a la revisión de las normas y regulaciones ya existentes en la UE, para que éstas reflejen mejor las necesidades, las prácticas y las responsabilidades urbanas, evitando los posibles cuellos de botella y minimizando las barreras administrativas para las autoridades locales.
Mejorar la financiación
La Agenda Urbana para la UE quiere contribuir a identificar, apoyar, integrar y mejorar las fuentes de financiación innovadoras para las Áreas Urbanas, incluyendo desde los Fondos Estructurales al Banco Europeo de Inversiones, con vistas a una implementación efectiva de las intervenciones que se realicen en las Áreas Urbanas. No busca crear nueva financiación ni incrementar la existente, sino mejorarla. No obstante, se basa en las lecciones aprendidas sobre cómo mejorar las oportunidades de financiación para las Autoridades Municipales en todas las políticas de la UE, incluyendo la Política de Cohesión.
Mejorar el conocimiento (base de conocimiento e intercambio)
La Agenda Urbana para la UE quiere contribuir a mejorar la base de conocimiento sobre temas urbanos y al intercambio de buenas prácticas y conocimiento. La disponibilidad de datos y estadísticas fiables son muy importantes para la formulación de políticas contrastadas, así como para proporcionar soluciones a medida a los desafíos urbanos. Los conocimientos actuales acerca de las ciudades europeas están fragmentados y se pueden explotar mejor. Todas las iniciativas adoptadas en este contexto pretenden estar de acuerdo con la legislación pertinente de la UE sobre protección de datos, la reutilización de información del sector público y la promoción de datos vinculados y abiertos.
Para el desarrollo de la Agenda Urbana para la UE se crearon “partenariados”. Estos fueron concebidos para trabajar sobre una serie de temas concretos, intentando proponer mejoras en cada uno de los tres puntos básicos comunes en cada grupo de trabajo: mejorar los aspectos de regulación, mejorar los aspectos de financiación y mejorar cuestiones relacionadas con el intercambio de conocimiento.
Los “partenariados temáticos” se organizaron sobre:
- Inclusión de refugiados y migrantes
- Calidad del aire
- Pobreza y regeneración urbana
- Vivienda
- Economía circular
- Empleo y capacitación en la economía local
- Cambio climático
- Transición energética
- Uso sostenible del suelo y diseño de soluciones de desarrollo urbano basadas en la naturaleza
- Movilidad urbana
- Transición digital (Smart Cities)
- Contratación pública innovadora y responsable.
Asimismo, se identificaron otra serie de temas transversales, comunes y que se trabajaron en todos los partenariados (enfoque integrado, regeneración urbana, etc.). Su función fue la identificación de los problemas y la elaboración de una propuesta de un Plan de Acción con soluciones en relación con cada tema sobre cómo conseguir que las políticas comunitarias alcancen una mejor regulación, una mejor financiación y un mejor intercambio de conocimiento.
[1] Web de la Agenda Urbana para la Unión Europea